El aburrimiento profundo nos prepara para lo nuevo...Byung Chul-Han

ELOGIO DEL ABURRIMIENTO II
Siguiendo
con el tema del aburrimiento, pienso que grandes obras literarias han sido
concebidas después de largos periodos de aburrimiento y como dice Byung
Chul-Han, el aburrimiento profundo nos prepara para lo nuevo, no el
mantenimiento de lo igual disfrazado de novedad, sino lo nuevo.
El
gran novelista ruso Dostoyevski concibió sus grandes novelas, como Crimen y
castigo, El idiota o Los hermanos Karamazov después de haber estado diez años
deportado en Siberia. Diez años de presidio y castigo a trabajos forzados
concebidos como indulto en el mismo pelotón de fusilamiento, porque había sido
condenado a muerte
El
escritor Stefan Zweig, ve en ese indulto un momento estelar de la humanidad,
sino Dostoyevski no nos hubiera dejado sus grandes novelas.
Diez
años de aburrimiento en Siberia dan para mucho y sin papel y sin pluma, pero
depositaron grandes semillas en la mente de Dostoyevski.
También
imagino a nuestro amigo Cervantes en la cárcel, aburridísimo por supuesto,
cuando el Quijote llamaría a la puerta de su mente y diría ¡toc toc Cervantes
soy el Quijote y vengo a visitarte ya que te veo ahí tan aburrido pudriéndote
entre estos barrotes, voy a endulzar un poco tu existencia! Por supuesto Cervantes no esperaba al Quijote.
Pero
sin duda que también hay un aburrimiento más puro, sin recompensa, un
aburrimiento mushotoku desde el principio hasta el final, un aburrimiento lleno
de pobreza noble, como el aburrimiento de nuestro amigo, el monje desnudo Santoka lo
expresa en este poema.
Sin
pensar en nada
rompiendo
ramitas secas.
Nadie
viene a visitar a Santoka, tan solo están las ramitas secas. Es posible que a
las generaciones posteriores les resulte extrañísimo este poema. ¿Cómo un ser
humano puede estar así?, es posible que se lo pregunten, porque la capacidad
para aburrirse sea en el futuro como esos animales en vía de extinción.
Pero
se puede decir quizá algo más, si Jesús de Nazaret volviera otra vez a esta tierra
es posible que añadiera una nueva bienaventuranza: “Bienaventurados los que son
capaces de aburrirse porque ellos serán saciados”.
Eduardo
Donin Garcia.
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