Trampas en la vía 1/Roland Yuno Rech
I.
Olvidar
el sentido de la práctica: el zen es una vía de liberación
Tras una precisión sobre el término libertad,
que corresponde a una liberación del apego al ego, que está en el origen de
todas las trampas, veremos que pasa por la aceptación de la realidad y de los
tres sellos del Dharma. Si olvidamos que el zen es una vía de profunda
liberación del sufrimiento y de los apegos, surgen entonces tres grupos de
trampas: las ligadas al apego al despertar, las ligadas a la posición del
practicante en la Sangha, y las ligadas a la relación con el maestro.
Una
liberación del apego al ego
Cuando nos referimos a la liberación, no
nos referimos a la libertad tal y como es comprendida en Occidente, entendida
como la libertad de pensar, de decir, de hacer lo que queramos o ir a donde
queramos. Hay gente que se inicia en la práctica del zen cuando está en plena
crisis, quiere ser libre y salir de un estado de sumisión a sus padres, a su
cónyuge o a la sociedad. Ve el zen como una ideología basada en la libertad. Se
vuelve egotista, ya no está sometida al poder de los otros sino a su propio ego
y rechaza todo lo que le perturba. Deseando estar “centrada” se ha hecho
“egocéntrica” y se sirve del zen como pretexto para satisfacer sus deseos en
detrimento de su entorno. Evidentemente, esa no es la libertad del sentido de
la práctica, una libertad totalmente contraria al espíritu de compasión y
benevolencia, que es fundamental en el zen.
La verdadera liberación, es ser libre de
todo apego y sobre todo, del apego a un ego limitado, ilusorio, que no es más
que una construcción mental que nos encierra y es el origen de todas las
trampas. Cuando traspasamos ese apego al ego en la práctica, resulta de ello
toda una serie de apegos que generan otras trampas.
Liberación
y despertar a la realidad son la misma cosa
Si la práctica es
justa, desde ahora, desde el primer zazen, nos hace vivir en armonía con
nuestra naturaleza de Buda. Por tanto, ya no hay dualidad entre nuestra
práctica y el despertar.
La esencia de la enseñanza de Buda y del
zen, es llegar a la liberación del sufrimiento. Ahora bien, sufrimos ya que no
estamos despiertos a la realidad, ya sea porque no la comprendemos, ya sea
porque no queremos comprenderla, pues la realidad de la impermanencia no es
fácil de aceptar. Ante esta dificultad, tenemos tendencia a refugiarnos en
otras ilusiones, a anestesiarnos con creencias religiosas que tapan el
sufrimiento de la impermanencia cultivando la creencia de que el alma es
inmortal y que Dios nos acogerá en su paraíso tras la muerte. La enseñanza de
Buda descansa en un mensaje fundamental: no podemos liberarnos más que por la
verdad y el reconocimiento de la realidad tal cual es. Reconocer la realidad
tal cual es, es reconocer los tres sellos del Dharma: -(el sufimiento, la
impermanencia, la ausencia de un sí permanente. El cuarto sello es el nirvana
realizado cuando los tres primeros son resueltos)- y por tanto, aceptar la impermanencia de la
realidad, la vacuidad, la ausencia de sustancia de todas nuestras fabricaciones
mentales y de nuestro ego.
Esta aceptación provoca un verdadero
abandono del apego al ego, lo que lleva consigo que ya no habrá verdaderas
causas de sufrimiento y, si las hay, serán mínimas. No subsiste más que el
sufrimiento del bodhisattva, causado por la compasión de ver sufrir a los otros
en sus ilusiones.
Desarrollar
shoken, la visión justa
Resolver el sufrimiento se hace posible
por la comprensión justa, la sabiduría. La comprensión justa, es el Hannya Shingyo, es Shoken: la visión justa que resuelve el sufrimiento. Para llegar a
esta visión justa, es precisa una práctica de
concentración que es condición previa necesaria para llegar a un grado
de lucidez suficiente y ver que todo es vacuidad, es decir sin sustancia
propia, efímero e impermanente. Es lo que permite relativizar y decirse “en el
fondo, todo esto no es nada” y comprender que la raíz del sufrimiento es
ilusión y por tanto, poder liberarse de ello. Es lo que se llama el despertar.
...traigo
ResponderEliminarecos
de
la
tarde
callada
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
ANTONIO
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE EXCALIBUR, DJANGO, MASTER AND COMMANDER, LEYENDAS DE PASIÓN, BAILANDO CON LOBOS, THE ARTIST, TITANIC…
José
Ramón...
Muchas gracias José Ramón,
ResponderEliminarlos visitaré.