DESHACER LOS NUDOS, Roland Yuno Rech
Deshacer los nudos
En el Shobogenzo Zuimonki, el Maestro
Dogen cita las palabras de un hombre sabio: « Para remediar los
desórdenes de la vida política, hay que hacer como para deshacer un nudo en una
cuerda. No os apresuréis.
Deshaced el nudo tras haberlo examinado en detalle, tras haberlo examinado
profundamente ».
Esta cita
ha suscitado la siguiente pregunta durante el Mondo:
P: Es a propósito de los nudos de los que hablabas. Cuando
estabas hablando me ha venido la siguiente cuestión: ¿Por qué no se disuelven
todos los nudos al mismo tiempo, todos esos nudos que aparecen regularmente y
después nos quedamos tranquilos?
RYR: Si se practica zazen profundamente, en el mismo
momento de esta práctica profunda ya no hay nudos. Se disuelven inmediatamente ya que no tienen sustancia. Solamente
cuando los alimentamos siguen apretándose…
P: Sí, se
presentan en la vida de todos los días, pero en zazen, de acuerdo, estoy de
acuerdo…
R: Ponemos
energía, creamos una contradicción, un conflicto, no nos armonizamos con la
realidad y, de repente, se producen los nudos. En zazen, ponemos toda nuestra
energía en la práctica del instante presente, cuerpo y mente en unidad y ya no
hay energía para fabricar nudos.
Pero el
problema en la vida cotidiana es que nuestros viejos hábitos mentales renacen,
reaparecen, incluso si se ha experimentado otra cosa en zazen a menudo no es
suficiente porque hay influencias antiguas, bonnos, karmas antiguos que producen
una especie de huella que, incluso si no tiene sustancia, es decir si puede ser transformada, si puede ser abandonada,
con todo tiene una existencia fenomenal, impermanente. Lo que no impide que
vuelva, que eso se reproduzca. Entonces, la única sola cosa a hacer es la práctica
constante el mayor tiempo posible gyoji, es decir, volver lo más posible
a la práctica del estado de la mente en zazen en la vida cotidiana. Es lo que
yo llamo, si tú quieres, un despertar súbito y una práctica progresiva que
viene después. En zazen hay momentos
de total unidad con la vacuidad, con la realidad tal cual. Y en ese momento ya
no hay nudos, ya no hay nadie que haga zazen, como tú decías antes, nadie que
fabrique esos nudos. Pero eso no permanece, ese es el problema.
Por el
contrario, lo que puede durar es la práctica, cada vez que se practica, -en la
vida cotidiana, no forzosamente sentados en zazen- , siendo verdaderamente uno con su cuerpo, con su acción o con
su actividad presente, en ese momento se restablece ese contacto con la
realidad tal cual es, esa vuelta a la condición normal. Esto contribuye a
borrar las huellas que están unidas a nuestros viejos hábitos mentales, a nuestros
viejos karmas.
Pero es verdad
que no es suficiente comprender algo de golpe. Por supuesto, si la comprensión
es profunda, facilita el hecho de borrar las huellas. Cuanto más profunda es la
comprensión, menos útil es el trabajo de volver a la práctica constante.
Roland Yuno Rech, Sesshin de Pégomas – noviembre
2011
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