Ryokan, Cuando era joven...
Cuando era joven,
queriendo parecerme a
un tigre,
abandoné mi casa natal
para recorrer el mundo.
Ha pasado el tiempo,
ni siquiera he conseguido
parecerme a un pequeño gato
doméstico.
Si me preguntas qué pienso,
te diré que sigo siendo
el mismo Eizo*,
pero viejo.
·
*Eizo
era el nombre que le habían dado de niño,
“Morada de prosperidad”.
Gracias Antonio!
ResponderEliminar¡Más, por favor!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vuestros comentarios me animan a ir publicándolos poco a poco...
Eliminartan cercano y a la vez tan desconocido, sin fisuras entre su vida cotidiana, práctica, obra...
Gracias
Gran Ryokan, tanta humildad , tanta sabiduría.
ResponderEliminarGracias por traer tan excelentes joyas
Saludos