Disertaciones en la filosofía china, el Karma, Eduardo Donin García

 

DISERTACIONES INTERESANTES DENTRO DE LA FILOSOFÍA CHINA I

                             La piedad filial y el amor que todo lo abarca

La pregunta filosófica es por naturaleza una fuente inagotable de sentido. Atraviesa tiempos y lugares, y es posible replantearlas fuera de los ámbitos en los cuales surgió. Hay algo parecido a una universalidad inherente a las mismas. Por supuesto el sujeto que las recoge habita en otro tiempo y en otro lugar, y nos atraviesa la dimensión histórica de la existencia humana. No es este el momento ni el lugar de plantear la pregunta de si existen valores universales o no, cuestión que nos redirige a cuestiones éticas más elevadas, que no podemos plantear en este artículo.

Sin más dilación el filósofo chino Mo Di (¿479?- 381 a C) planteó la cuestión de si era más elevada la piedad filial o el amor que todo lo abarca. Este filósofo disertó contra el confucionismo. Lo primero que tenemos que saber, es lo que se entiende en el confucionismo por piedad filial. La piedad filial no es decir a tu papá y a tu mamá cuánto les quieres, sino que la piedad filial implica obediencia. No tiene nada que ver con un carácter emotivo de la piedad o del amor, sino que tiene que ver con el comportamiento.  Amar a tus padres es obedecer a tus padres.

Por otra parte la piedad filial confuciana es jerárquica, dicha piedad se va extendiendo primero hacia los padres, luego hacia los hermanos, hacia el resto de la familia para pasar al pueblo, al reino, a la nación. Se entiende desde esta perspectiva que quien no tiene piedad filial por sus padres no la tendrá por nadie, porque es la piedad básica para que pueda existir otra clase de piedad. Como hemos expuesto anteriormente dicha piedad no es sólo sentimiento sino que implica obediencia y acción moral.

Mo Di por otra parte no lo cree así. Criticó esa concepción confuciana de la sociedad.  Mo Di concibe que la sociedad debe de basarse en un amor más básico que la piedad filial. En el amor que todo lo abarca (Jian ai). Se debe de amar a todos por igual. Los misioneros cristianos que descubrieron la obra de Mo Di lo llegaron a clasificar de protocristo y de identificar ese “amor que todo lo abarca”  como el amor cristiano. Una mirada más atenta a sus escritos hizo que desecharan dicha interpretación primera.  En ese sentido para interpretar a Mo Di de un modo más aproximado no debemos dejarnos engañar  por la palabra amor, sino meternos en el contexto de la filosofía china que es fundamentalmente pragmática. Dicho amor no es un sentimiento, sino un principio regulador de la ética. El sentido de la piedad confuciana es jerárquica no concibe un principio igualitario en las relaciones sociales. Si no amas a tu padre y a tu madre menos amarás a tus amigos y mucho menos a los extraños. Lo que mantiene Mo Di es que si no amas a los extraños, no puede surgir una sociedad correctamente regulada. El  principio del amor a la humanidad es anterior a cualquier parentesco. Antes que nada tienes un amor por lo humano, que es precedente. Para Mo Di eso traerá una nueva cohesión a la sociedad y un nuevo orden.

Para Mo Di, el amor no puede jerarquizarse, y poner diferentes estratos al amor, es como, pervertir el principio de un amor básico, que es el amor a la humanidad. El amor a los padres, a los ancestros, a las instituciones, al estado, en el fondo no es para Mo Di más que amor propio. Lo que se está amando es a uno mismo. Sin embargo, el amor que todo lo abarca, es el único, según el punto de vista de Mo Di que puede acabar con las guerras, con los robos etc.…es de más utilidad para la sociedad. El amor a los padres, a la patria, a la familia, no acaba ni con el nacionalismo ni con las guerras.

Las dos grandes luchas de Mo Di fueron contra la guerra y el ritual. La guerra impide el desarrollo de la humanidad, y el ritual conlleva un gasto innecesario de dinero. Debemos de tener en cuenta que en tiempos de Confucio, los nobles gastaban grandes cantidades en las ceremonias fúnebres de sus familiares queridos.     

Critica de los confucianos que no creen en un horizonte trascendente pero que siguen gastándose un gran dinero en los rituales, en las ceremonias. Por el contrario Mo Di mantiene que la creencia en los espíritus crea un orden moral, ya que por temor se actúa de una manera moral. No hacen falta las grandes ceremonias ni los grandes rituales sino el buen comportamiento. Por el contrario el confucionismo abandona las creencias antiguas pero no abandona lo que debe abandonarse o no sirve verdaderamente que es la ceremonia. Lo que agrada a los espíritus son de alguna manera las buenas obras. Mo Di sigue manteniendo la creencia en los espíritus, y no cree en el destino. Cree que el esfuerzo moral de cada individuo da su fruto, y de que existe un horizonte trascendente cuyo temor al mismo induce en el individuo una motivación moral. Reduce el ritual al mínimo y sigue manteniendo que los premios y castigos por nuestras acciones morales están regulados por un horizonte trascendente regulado por los espíritus. De alguna manera es el modo  chino de creer en el karma.

No puedo dejar de pensar en lo que pensaba al principio de este artículo. En la fuente inagotable de sentido que todas las disertaciones filosóficas antiguas nos traen para el presente. Hoy sin ir más lejos, podemos decir que vivimos en sentido ético regulados por el amor que nada abarca. Podemos tener innumerables ilusiones políticas y religiosas sobre un mundo mejor aquí en la tierra. Podemos negar cualquier horizonte trascendente, y nos puede parecer ridícula, la creencia de Mo Di en los espíritus. Vivimos en el reino de la pura inmanencia y el karma nos parece una tontería.  Sin embargo las consecuencias están ahí. Lo que nos regula es un sistema socio-económico perverso, que cree en un crecimiento sin límites, en la productividad en el máximo beneficio y en el máximo rendimiento. ¿A dónde nos lleva nuestras creencias ridículas de que el actual ritmo de crecimiento y consumo no tendrá fin? ¿A dónde nos lleva nuestra creencia ridícula de que un salvador llámese nueva ideología o el salvador de algún partido político pueda sacarnos de este desastre? 

Hemos perdido nuestros temores más profundos, y hemos roto con todos los tabúes, en esta pseudo-liberación absurda que promete nuestra época. Hemos eliminado el término conciencia moral, en el campo de los negocios, y eso tiene consecuencias sociales. En términos de Mo Di podemos decir que nos hemos rodeado de malos espíritus a los cuales hemos llamado a nuestra vida. Los desiertos avanzan, la tierra se destruye, cantos bélicos llaman a las puertas y las soluciones parecen más ilusiones sacadas de los cuentos de hadas. Este mundo no parece tener solución, y el horizonte trascendente fuente de necesario consuelo ha sido asesinado por aquello que hemos llamado razón.

Paupérrima vida humana que se desvanece sin más consuelo que la ira, en un mundo que se consume a sí mismo sin piedad. El karma colectivo nos arrastra y el karma es aquello que no podemos negar, exista Dios o no exista. Buda eliminó de los conceptos heredados del hinduismo a Brahma, y al atman, pero hay que recordar que conservó el karma. ¿Por qué será?

 Eduardo Donin García.