Año nuevo:De la alegría y del gozo - Roland Yuno Rech
DE LA ALEGRÍA Y DEL GOZO
Kusen del último zazen Moissac 2018
Cuando inspiráis, sed totalmente un
cuerpo-mente inspirando. Cuando espiráis, sed totalmente cuerpo-mente
espirando. Cuando practicamos así, el mental se calma. Se calma la agitación y
podemos sentir un sentimiento de paz y plenitud que nos llenan en este
instante. Algo así como si hubiéramos errado en el desierto y encontrado al fin
un oasis donde refrescarnos, donde beber. Y, este encuentro, este
descubrimiento nos llena de gozo.
Me
he dado cuenta de que la gente que practica zazen, incluso desde hace mucho
tiempo, parecen desprovistos de alegría, incluso, a veces, como llenos de
hastío. El hastío, es un gran obstáculo al despertar y, sobre todo, a la
transmisión del despertar. Lo que quiere decir que es muy importante despertarse
uno mismo, para que este despertar, que nos sobrepasa completamente, termine
por irradiar a nuestro alrededor. Especialmente a través del gozo que emanamos.
El gozo, es uno de los siete grandes factores de despertar enseñados por el
Buda. A menudo, sólo retenemos de la enseñanza de Buda el sufrimiento y los
remedios al sufrimiento. Precisamente, el hecho de que el sufrimiento tenga
remedio y que podamos experimentarlo es una fuente de gozo, pero no hablamos de
ello suficientemente. Es importante desarrollar esta capacidad.
Pienso
que la gente que entra por primera vez a un dojo, si encuentra gente gozosa de
practicar junta, sentirá la necesidad de quedarse. Si se encuentran con gente
cansada, sin entusiasmo, no volverán. Esto se puede notar incluso en la forma
de entonar los sutras. Nuestra manera de cantar expresa nuestra calidad de ser,
así que hay que cuidar esto. Es importante que haya una adecuación entre lo que
realizamos en zazen y lo que expresamos a través de nuestra actitud, nuestro
comportamiento, nuestros sentimientos. Y si esa adecuación no se produce, es
que hay un problema que hay que resolver, esto se convierte en un koan. Algo le falta a la práctica, algo
que hay que remediar, no sólo por uno mismo, sino para el bien de los otros.
Pues, fundamentalmente, somos interdependientes los unos de los otros. Es el
sentido profundo del Despertar de Buda.
Esta
interdependencia no es algo que haya que comprender mentalmente. Como ya he
dicho esta mañana, todo el mundo puede comprender esto, en especial los
científicos. Todas las ciencias, las ciencias humanas, las ciencias físicas
trabajan para las leyes de la interdependencia, la causalidad. El Buda fue el
primero en la historia humana en anunciar las leyes de causalidad. Pero
comprender esto no es suficiente o es que no lo hemos comprendido
suficientemente bien.
Normalmente,
esto debe aportar una gran liberación con respecto a lo que dificulta nuestra
vida, nos impide florecer, vivir gozosamente. Los monjes budistas tienen fama
de alegres cuando son muy pobres, cuando viven en la mayor indigencia. Es
porque están liberados de los apegos y todas las preocupaciones concernientes a
su vida cotidiana. Han comprendido que lo importante en la vida, no es lo que
tenemos, lo que poseemos, sino nuestra manera de ser. Nuestra manera de ser
depende de nuestro estado de espíritu. Nuestro estado de espíritu puede cambiar
de un instante a otro. En cuanto tomamos conciencia de una ilusión, de un
error, es importante abandonar esa ilusión, ese error, de manera, una vez más,
que no haya desequilibrio entre nuestra comprensión y nuestra realización.
Es, normalmente el
sentido de la sesshin. Durante esta sesshin todo el mundo tiene una práctica
fuerte. Había incluso un entusiasmo particular en levantar la mano para el samu, que es algo raro y que me ha
gustado. Os deseo que continuéis profundizando vuestra práctica en esta
dirección. La dirección que permite una verdadera apertura de corazón, pues el
gozo provoca la apertura, el gozo irradia, el gozo es comunicativo. El gozo
ayuda a los otros. Cuando estamos tristes nos recogemos sobre nosotros mismos.
Cuando estamos alegres, estamos más expansivos, más vueltos hacia los otros.
Tenemos necesidad de compartir, es el mensaje que quisiera transmitiros en este
fin de sesshin.
El Maestro
Deshimaru decía: “¡Sed felices! Es bueno para los otros, no es egoísta. ” Yo
digo: “¡Sed felices, pero sed también alegres!” La felicidad es algo íntimo, el
gozo es más expansivo. Los dos son importantes.
Y si tenéis
dificultad para sentir gozo, preguntaros por qué, seguramente hay un error en
algún sitio. Pero no digas que es, ¡porque eres consciente de los sufrimientos
del mundo! Buda era totalmente consciente de los sufrimientos del mundo. Ese
fue el punto de partida de su búsqueda, del Despertar, de Bodaishin; eso no le
impedía estar siempre gozoso, sonriente. Pues había comprendido que los
sufrimientos del mundo tienen causas que podemos remediar y que, el sentido de
nuestra vida en particular, es poner remedio a esos sufrimientos, los nuestros
y los de los otros y, sobre todo, transmitir el caminar, la práctica que nos
permite a cada uno despertarnos a nosotros mismos y resolver las causas de
nuestro sufrimiento. Es importante tener confianza en esto, confianza en la
Naturaleza de Buda de cada uno que permite hacer realidad esto y por tanto
transmitirlo.
También durante
esta sesshin ha habido una gran
calidad de silencio ¡Es raro en el dojo! Así habéis hecho realidad los puntos
importantes de la práctica: la concentración en zazen, el silencio, el samu… Continuad así, no sólo en sesshin sino en vuestra vida cotidiana.
¡Y noos olvidéis de estar alegres!
Roland Yuno Rech
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