El budismo en China I: El complicado enigma de la exactitud histórica., Eduardo Donin García

 

          EL BUDISMO EN CHINA I

                  El complicado enigma de la exactitud histórica

 A ciencia cierta no se sabe cuándo se introduzco el budismo en China. Sólo se pueden hacer conjeturas. Lo que es cierto es que ciertas averiguaciones históricas, pone en duda lo que uno ha creído. ¿Por qué? Porque dentro del budismo, lo trasmitido también ha sido de alguna manera “contaminado” por la leyenda. En nuestro mundo “zen”, el caso más palmario es el de Bodhidharma. Se nos ha dicho que Bodhidharma introduzco el zen en China, y como trasmisor del dharma a China, se canta en los patriarcas. Sin embargo, eso históricamente no puede ser cierto. Existían siglos de budismo en China antes de la llegada de Bodhidharma (502-549 d C). Alguno puede pensar que Bodhidharma introduzco el zazen en China, pero eso tampoco es cierto, los chinos llevaban siglos meditando antes de la llegada de Bodhidharma. Nuestro Bodhidharma es 700 años anterior a Dogen, pero históricamente tardío en referencia a la entrada del budismo en China.   

Lo que se trasmite no es un dato histórico, que la historia como ciencia tenga que corroborar, lo que se trasmite es una leyenda, y con ella un símbolo. Leyenda que tiene su propio sentido y valor, (sobre todo en su contexto histórico), pero lo que es incuestionable es que no se puede interpretar al pie de la letra. También las leyendas no sólo tienen valor pedagógico, sino que obedecen a intereses propios de cada época.  El Denkoroku Crónicas de la transmisión de la luz de Keizan que es el que trasmite la leyenda de Bodhidharma, no sólo tiene un interés pedagógico, sino que era un certificado sobre la pureza de la trasmisión del dharma, y la necesidad de las diversas escuelas de remontar su origen hasta el Buda histórico.

 Algunos dicen que, el budismo en China penetró dos siglos antes de Cristo, otros que más o menos en el siglo primero. La diferencia entre ambas tesis es nada más y nada menos que dos siglos. Aun y todo, con la fecha más tardía, Bodhidharma es 500 años posterior a la entrada del budismo.  Por lo tanto, Bodhidharma fue uno de tantos monjes de la India que fue a China a lo largo de los siglos.  De todas formas, podemos entender, que toda leyenda encierra un deseo humano. Por ejemplo, en el cristianismo, el Evangelio es buena noticia, porque con ella se obtiene (según el dogma) la vida eterna. Así que el nacimiento virginal, la resurrección, la crucifixión sólo tienen sentido, en función de lo que representa. La salvación del alma, como bien destacó Unamuno, si realmente se cree en Dios no es por Dios mismo, como si su existencia nos importara algo, sino lo que realmente nos importa es “nuestra vida eterna del alma”.

Fuera de esto también podemos imaginar la existencia de un Dios, que haya creado al ser humano, para la finitud, y que haya dictado que después de esta vida efímera no haya absolutamente nada. Es decir que podemos imaginar un Dios, que haya creado a un ser humano finito y sin alma. ¿Por qué el ser humano no ha imaginado a ese Dios? Porque el verdadero deseo del ser humano no es Dios, sino la asociación Dios- vida eterna.

No creamos que los nacimientos virginales sólo existen en el evangelio, sino que existen por doquier. El Denkoroku está plagado de ellos. Quizá no haya habido cultura que no haya imaginado algún nacimiento de este tipo. Habría que hacer una fenomenología de la religión, y revisar textos y textos sagrados…y donde hay nacimientos virginales hay también, la necesidad (psicológica si se quiere), de la existencia de algo sobrenatural.  

En el tema que nos ocupa, el Buda también está envuelto en mitificación y leyenda. Parece una constante en la humanidad, el envolver en leyenda a los seres humanos que nos han parecido ejemplares, o modelos a seguir. Esto nos revela una característica humana, proyectamos siempre un modelo, un deber ser, que nos revela también aquella distancia infinita entre lo que somos y lo que creemos que debemos ser.  Pero también nos revela otra cosa, que la vida tal y como la vivimos no parece, que sea aceptable por sí misma.  Necesitamos un reino futuro, una iluminación futura, un desarrollo integral futuro, de aquello que al parecer no somos naturalmente. Trascendentes o inmanentes el ser humano es un buscador incesante de consuelos y esperanzas. Gran parte de nuestra vida mental consiste en proyectarnos en el futuro. Es una cuestión fundamentalmente de supervivencia. O quizá sea un vicio adquirido en nuestra necesidad de evolución.   

El budismo en China entró por vía Mahayana, cuando el Buda histórico, ya no era un ser como nosotros, sino la encarnación de un Buda “eterno”. Todo ello es compresible, ya que difícilmente podría entrar una religión extranjera en un territorio como China, que tradicionalmente tenía el taoísmo y el confucionismo, y que ambas figuras, tanto Confucio como Lao Tse, habían “sufrido” para esa época, también procesos de divinización. ¿Cómo explicar estos fenómenos? Todo ello se puede explicar comprendiendo las necesidades psicológicas de las diferentes culturas. Lo que por ejemplo Ken Wilber, llama estadios desarrollo y estados de conciencia. Los primeros tienen que ver con el desarrollo de las sociedades, los segundos con el desarrollo de la conciencia personal. Wilber divide los estadios de desarrollo en siete: Son el arcaico, el mágico, el mítico, el racional, el pluralista, el integral y el supra integral. Dicho de otra forma, el Buda consigue la iluminación (estado de conciencia) dentro de una sociedad que está mayoritariamente, en un estadio de desarrollo mítico. De ahí surge la necesidad de divinización de dichos seres. De todas formas, que nadie piense, que los procesos de divinización han acabado. Hoy se diviniza o bien a los artistas, a las estrellas de rock, a los deportistas, o a líderes carismáticos. 

Después de la muerte de Buda, surgen los problemas. Surge el problema de cómo interpretar la enseñanza. Como hacer una síntesis de todo lo dicho por el Buda. A todo ello se añade un problema más. ¿Cómo reconocer que una persona ha alcanzado el despertar? A la que se puede añadir otra ¿Cómo alcanzar el despertar? Los monjes del Hinayana entienden que, interpretando la enseñanza de Buda de un modo literal, y siguiendo las reglas monásticas a rajatabla, conseguirán dicho objetivo. Sólo los monjes pueden obtener el despertar. Estos se encierran en sí mismos en comunidades cerradas.      

Por el contrario, el Mahayana, mantiene un mensaje de salvación o de iluminación universal, y dice que los laicos también pueden obtener el despertar. No es necesario encerrarse en una comunidad cerrada, para seguir la vía de Buda. Ese mensaje de salvación universal, que convierte al budismo en una religión popular, al adaptarse a una conciencia mítica, donde existen ritos, ceremonias y fe. Que el budismo haya pervivido a lo largo de los siglos se debe a dicha adaptación, que cubre las necesidades psicológicas y religiosas de amplios espectros de la población. Más importante que saber una fecha histórica exacta de cuando fue introducido el budismo en China, es esto último. Que el budismo se adaptó a las formas religiosas y creencias ya existentes, y que introduzco varias novedades, entre ellas la creación de monasterios.  

Salvando las distancias, en Occidente, con la llegada del cristianismo, sucedió algo parecido. Aunque con una notable diferencia, si el budismo puede decirse que fue respetuoso con las creencias existentes, el cristianismo intentó erradicarlas, pidiendo una exclusividad de rito y culto. Sin embargo, ¿abandonaron los romanos y griegos sus formas religiosas antiguas ante el nuevo credo? Los dioses y diosas griegos y romanos se trasformaron en santos, y vírgenes. Por eso existen vírgenes por doquier, cada pueblo tiene prácticamente la suya. Personalmente cuando veo las romerías y peregrinaciones, que pueblan nuestra geografía, no puedo evitar ver, las viejas formas religiosas de las antiguas religiones romanas. Si la Biblia, por ejemplo, prohíbe la adoración de imágenes y la representación de Dios ¿Cómo es que el cristianismo romano las permitió?  Simplemente se cristianizaron los dioses y diosas, y se romanizó el culto cristiano.  ¿Cómo podría comprender un romano de la antigüedad una religión nueva sino es a través de su forma de entender la religión? ¿Cómo podía un romano adorar a un dios invisible y que no puede ser representado? ¿Cómo adorar a Dios sin estatua?, sería imposible,  pensaría un romano.

De la misma manera, es loable pensar, sin caer en un error de proyección, (habría que ver los estudios a este respecto) que los antiguos dioses, de religiones que desconocemos, se convierten con la llegada del budismo, en Budas y Bodhisattvas. Las creencias y formas religiosas son lo más difícil de erradicar, y viven en el inconsciente.

 Nos encontramos con un budismo adaptable a la cultura China, y a las diferentes necesidades de la población. Llenando siglos con la triada mágica de intercambio y conflicto, entre confucionismo, taoísmo y budismo.

 

Eduardo Donín García.    

 


Comentarios

Entradas populares de este blog

CULTIVANDO EL SILENCIO , 11,12,13 DE ABRIL EN SORTETXEA, GAINTZA DE NAVARRA

Camino de un año nuevo- Patrick Pargnien

Agenda dojo zen Genjo Pamplona/Iruña 2024-2025