La dimensión profunda de la sabiduría budista. Roland Yuno Rech
LA
DIMENSIÓN PROFUNDA DE LA SABIDURÍA BUDISTA
La
sabiduría en la enseñanza de Buda no es el resultado de numerosos conocimientos
intelectuales. La sabiduría es, ante todo, comprenderse a sí mismo íntimamente
y no detenerse en el primer estadio de la comprensión; es decir, en el nivel en
el que mejor percibimos nuestro karma, nuestros bonno, nuestras pasiones,
nuestros apegos Todo lo que nos hace funcionar en el samsara: el mundo del
espíritu condicionado por los deseos, los rechazos y, en el fondo, la
ignorancia, el desconocimiento de la realidad.
La verdadera sabiduría, permite realizar esto
pero, va más lejos. Permite comprender en profundidad la esencia de toda
existencia, es decir, que ninguna existencia existe por sí misma, de forma
autónoma. Toda existencia está ligada a una red de causas y de condiciones que
hacen que seamos todos interdependientes los unos de los otros, no sólo entre
los seres humanos en una sociedad sino en todo el mundo que nos rodea, el aire
que respiramos, la energía que recibimos, el alimento que del que nos nutrimos,
los contactos que tenemos con los otros.
Comprender
esto, debería sanarnos de nuestra tendencia a ser egocéntricos, a tomarnos por
el centro del mundo pero, sobre todo, a percibirnos a nosotros mismos como un ser
de relación y ser impulsados a cultivar buenas relaciones con los otros, con
nuestro entorno. Es decir, relaciones fructíferas que aporten buenos resultados
para los otros así como para nosotros mismos. Evidentemente, el resultado
principal, es el progreso espiritual. Es avanzar juntos en la vía de la
liberación y de la armonía.
La
enseñanza de Buda no hace depender esto de la gracia de algún ser sobrenatural
o de su bondad, sino sólo de nuestra propia lucidez, de nuestra comprensión
profunda de la vida que es accesible a cada uno pues no depende de la
erudición, de los conocimientos intelectuales, sino sólo de la capacidad de
todo el mundo de volver su mirada hacia el interior, de meditar a fin de ver
claramente lo que es.
Y,
sobre todo, la sabiduría no consiste ni
siquiera en ver lo que es la esencia de la existencia.
Mucha gente
puede comprenderlo sin meditar, sobre todo los científicos que trabajan
constantemente con la interdependencia, pero la verdadera sabiduría, es sacar
todas las consecuencias para nuestra propia vida, es decir, poner en práctica
el soltar presa que implica el hecho de no existir más que en relación con los
otros y no constituir uno mismo una entidad cerrada que podría sostenerse por
sí mismo, existir solo.
Dicho
de otra manera, la verdadera sabiduría, está en la práctica, en la acción, en
lo que hacemos para lograr lo que hemos comprendido con esos dos grandes
pilares de la práctica que son la sabiduría y la compasión. La verdadera
sabiduría implica la compasión pues ella implica comprender y hacer realidad
que el otro no es diferente a ti, tiene los mismos deseos en el fondo, y hacer todo lo posible para avanzar hacia ese
deseo fundamental de realización y de Despertar para todo el mundo.
Pero
esto no es un lujo. Esto no es algo que podamos desear querer realizar una vez
que hemos resuelto todos los otros problemas de la existencia. Más bien, es la
base de la resolución de todas las dificultades y de todos los sufrimientos
encontrados en la existencia en sociedad. La Vía espiritual no debería ser
considerada como la cumbre de la pirámide de los deseos sino su base. Si
olvidamos esto, si adoptamos una visión materialista de la vida, al ser falsa
la base, todo el resto es falso y todos los esfuerzos por mejorar el bienestar
resultan vanos pues carecen de lo esencial.
Es
por lo que muchos seres humanos han estado en el camino equivocado hasta ahora
y han hecho vanos esfuerzos para mejorar la condición humana. Es
responsabilidad de los que practican la Vía de Buda, el hacer comprender esto a
los otros y compartir la práctica.
Roland Yuno Rech
(Traducción dojozen Genjo Pamplona/Iruña)
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