Zazen: Aproximación energética

Dojo zen de Neuilly
Godo: Claude Émon Cannizzo
Domingo 15 de marzo de 2009
Enfoque energético de la postura

Al comenzar cada zazen, en cuanto estáis en la postura, respirad profundamente por la boca dos o tres veces, de forma silenciosa, para vaciar bien los pulmones del gas carbónico que allí estanca y luego, dejad que la respiración se instale por ella misma. En dicha ventilación voluntaria se trata de empujar vuestro abdomen hacia el interior de manera que los pulmones se compriman. A medida que eso se realiza, podéis acoger una respiración más profunda.
Incluso si durante las enseñanzas no se habla forzosamente del aspecto energético de la postura, la postura, a pesar de todo, está totalmente basada en un principio energético.
No se trata de dar un curso magistral sobre la energía, sino que me parece interesante tomar conciencia de algunas bases sobre el tema de la postura respecto a las funciones energéticas.
Según el enfoque oriental del nacimiento de la vida, hay tres principios fundamentales que son el cielo, la tierra y los seres sensibles. Los seres sensibles manifiestan, durante su existencia, el primer y segundo principio. La reunión de estas dos polaridades, es decir lo que nos es dado por el cielo, traducido por la “virtud” y lo que nos es dado por la tierra, traducido por la “fuerza”, ki (la traducción “fuerza” no es necesariamente exacta respecto a lo que significa ki). En nuestro cuerpo, la unión de esas dos polaridades se hace en lo que se llama el hara, el kikai tandem, el océano de energía. Dicho lugar se encuentra a dos-tres centímetros debajo el ombligo, es decir allí donde precisamente puede llegar la espiración profunda cuando el cuerpo está completamente relajado, cuando la mente está completamente libre, es decir sin intención, sin voluntad. De ahí la importancia de mushotoku.
Cuando estamos sentados en zazen, el cuerpo bien derecho, bien enraizados en el ki –el suelo – y tendiendo hacia el cielo –la virtud – armonizamos esas dos polaridades por la respiración en el bajo vientre. Y de ahí parte toda la actividad de la vida de un ser humano, de un ser sensible. ¿Qué ocurre entonces en zazen? Sencillamente estimulamos dicho lugar. Le damos la forma ideal al cuerpo, es decir la postura de zazen, que permite limitar todas las circulaciones periféricas al mínimo necesario, y nos concentramos sobre la espiración en dirección al hara. Cuando se dice que zazen no es nada particular sino volver a nuestra condición original, nuestra condición normal, simplemente significa volver al origen de la vida.
En lo absoluto, el dejar pasar los pensamientos no es más que la consecuencia de la concentración en la postura y la respiración: no es necesario pensar en no pensar.Cuando el cuerpo está anclado en zazen, la respiración instalada, se produce naturalmente el dejar pasar los pensamientos. Pero como el pensamiento es inherente a nuestra voluntad, resurge sin cesar y nos lleva a pesar de nosotros a salir de nuestra postura, a hacer que perdamos la atención en nuestra respiración. Y eso se manifiesta naturalmente en la postura: la barbilla se proyecta, la cabeza cae hacia delante, la espalda se curva, los pulgares caen (o se elevan), los pensamientos se aferran a los dolores, a veces nos adormecemos. Entonces, en ese momento, debemos retornar a la postura, a la respiración.
Observad bien el movimiento de vuestro hara, de vuestro vientre. Basculad bien la pelvis hacia adelante enraizando las rodillas en el suelo de forma que sintáis que no es solamente el hara el que respira sino todo el cuerpo. Hay muchas partes del cuerpo que escapan a nuestra consciencia pero podemos sentir muy bien el movimiento de las lumbares en nuestra espalda cuando inspiramos o espiramos. Esto permite relajar las tensiones que tenemos en la espalda para mantener la pelvis hacia adelante. La pelvis hacia adelante no debe ser fruto de nuestra voluntad, tiene que ser la consecuencia de la altura del zafu. Si es lo bastante alto, la pelvis naturalmente va a ir hacia adelante. Es a partir de esa basculación, que comienza a la altura de la quinta lumbar, es decir sobre el sacro, que se erige la columna vertebral. Llevamos las orejas hacia atrás. Se tiene tendencia de decir “recoged la barbilla” pero a veces recoger la barbilla hace que se activen las glándulas salivales a nivel de la garganta, y tenemos tendencia a tragar un poco más que de costumbre pero si llegamos a sentir la acción de llevar las orejas hacia atrás, tenemos menos tendencia a crear dicha acción sobre las glándulas salivares.

Además de la columna vertebral, el resto del cuerpo siente la gravedad: los hombros caen, arrastrados por el peso de los brazos, la nuca se coloca en la prolongación de la columna vertebral empujando el cielo con la coronilla y naturalmente el espacio entre los hombros, es decir el pecho, se abre. Esta acción tiene un efecto sobre el diafragma, sobre el plexo, sobre la respiración. Echar los hombros hacia atrás actúa sobre el meridiano de los pulmones, dicha acción es estimulada por la posición de las manos, las palmas miran al cielo, lo que abre el interior de los brazos lo que naturalmente estimula la respiración. Los pulgares se juntan: hay un ciclo energético interno que se ubica en la unión de los pulgares.

Todo eso por supuesto es muy técnico: no vale la pena pensar en ello todo el tiempo, justo saber que la postura no es una postura para nada. Sentaos sobre la parte delantera de los isquiones, es decir la parte delantera de los huesos de las nalgas, para estimular el punto de partida des los dos meridianos fundamentales del cuerpo, que son los meridianos de la “concepción” y “gobernador”, entre las partes genitales y el ano. La lengua esta ubicada detrás de los dientes superiores, contra el paladar puesto que los dos meridianos se unen en la boca. Por eso es importante ubicar la lengua contra el paladar detrás de los dientes superiores. Por una parte esto permite, como dice a menudo Roland, evitar los monólogos, y al mismo tiempo, permite que circule bien la energía entre esos dos meridianos, estimulados por la respiración. Hinchar el vientre, deshinchar el vientre, hinchar la espalda, deshinchar la espalda.

Las rodillas plantadas, enraizadas en el suelo, están en relación con el meridiano del estómago, principalmente un punto importante que está justo encima de las tibias, bajo la rodilla, que estimula la energía; el mismo que se estimula durante kin hin cuando se tensa la pierna delantera. Es muy importante para que la energía adquirida remonte, para estimular la potencia, la fuerza, la resistencia. El aplastamiento que genera el pie sobre el interior de los muslos o de las pantorrillas, según que se tengan las piernas más o menos cruzadas, tiene una acción sobre todos los meridianos yin del interior del muslo, y principalmente el hígado – estimular la sangre-. Por ello a veces los prinicpintes tienen los ojos llorosos durante zazen; los ojos son las ventanas del hígado. Es la manifestación de la expresión del hígado.

Se podría explicar con más profundidad la postura, pero no es verdaderamente el objetivo de este kusen, sino el de comprender bien que la postura es importante. Lo que no quiere decir por supuesto que las personas que no pueden ponerse en la postura estén perdidas. Se puede practicar zazen en una silla, se pueden encontrar exactamente los mismos puntos importantes. Simplemente aprender a adaptar el cuerpo a la postura, y la postura al cuerpo.

Mondo
Me parece que zazen comienza verdaderamente por eso, por el cojín. A veces cogemos prestado un zafu y sentimos que no es el nuestro. Vuestra postura dependerá completamente del zafu. Al respecto Kodo Sawaki decía: “La cosa más importante para mí es mi zafu”. Por lo tanto es importante que el zafu esté verdaderamente relleno en función de vuestra capacidad de bascular la pelvis.
Segundo punto: es la capacidad de bascular la pelvis. Pienso que hoy en día la gente no tiene verdaderamente conciencia del cuerpo y principalmente de la pelvis.
Os colocáis en seiza, en zazen, como queráis, vamos a hacer solamente eso, es decir hacer avanzar las partes superiores de los huesos ilíacos hacia adelante y empujar el ano hacia atrás. Cuando se balancea la parte superior de los ilíacos hacia atrás, hay de hecho un estiramiento que se realiza a nivel de vuestras lumbares. Las lumbares, son cinco vértebras que están en la parte baja de la columna vertebral, entre las vértebras costales y el sacro.
Debéis ser verdaderamente conscientes de dicho movimiento.

— ¿Cuándo se está en seiza es más difícil?
-No, es más fácil, basta con abrir el espacio de vuestras rodillas para hacerlo más fácil.

Dicho movimiento va a cambiar completamente la calidad de vuestra verticalidad en la postura. Cuanto menos utilizáis la parte superior del cuerpo, más se va a ubicar el eje del movimiento a nivel de la quinta lumbar. Durante la iniciación se os dice que se bascula la pelvis a nivel de la quinta lumbar. Si el zafu es muy bajo no podéis hacer dicho movimiento. En realidad lo importante en la postura es que vuestras rodillas estén por debajo de la horizontal de la cabeza del hueso ilíaco. Es la mejor manera de ajustar vuestra postura. Eso quiere decir que las personas que no llegan a hacer bajar las rodillas tendrán dificultades para bascular la pelvis. Es sólo mecánico.

Entonces lo que vamos a tratar de hacer cuando tomemos nuestros zafus es el siguiente movimiento de preparación a la postura, sentaros sobre el zafu y la planta de los pies una contra la otra, vais a sentir que un lado está más o menos tenso que el otro a nivel del gran tendón en el interior del muslo, que se llama abductor y es ese el que muchas veces impide la apertura y el cruce de las piernas. Entonces vais a coger la pierna menos flexible y vais a apoyar el talón de dicha pierna contra el zafu y a apoyar la rodilla. Si la rodilla no desciende vais a apoyar la mano del mismo lado delante de la rodilla. Eso va a obligar automáticamente a un movimiento de basculación de la pelvis. Si lo logramos, conservamos la inclinación de la pelvis, soltamos la mano y enderezamos la columna. Según de lo que seais capaz, vais a ubicar la otra pierna, a priori la más flexible, sobre el muslo (pero sin forzar), o sobre la pantorilla, o si no se puede, sobre el suelo, sabiendo que esto último no es forzosamente lo más fácil. Parece fácil al principio porque hay menos tensión pero con el tiempo, en la duración de la postura, es muy difícil de sostener.

Se siente bien que cuando la pelvis cae hacia delante tiene tendencia a tirar sobre la articulación de la rodilla. Y cuando cae hacia atrás, estira la espalda. Por supuesto que va a tener una acción sobre el trocánter que es la articulación del fémur (tuberosidad de la cabeza del fémur). Conservamos siempre la pelvis hacia adelante, dejamos caer nuestro vientre al suelo. Conservamos el vientre en el suelo, ponemos las dos manos sobre las rodillas, conservamos el vientre en el suelo, enderezamos el pecho. Y así nos encontramos con el abdomen hacia fuera y la espalda cóncava, pero apoyados en las rodillas.

En teoría, fuera de los que tengan problemas articulares, todo el mundo puede hacerlo. Si se tienen problemas articulares, entonces se debe ver cada caso en particular. Cuando hacéis las iniciaciones en vuestros dojos, utilizad dicha manera. Cuando soy responsable de los principiantes durante las sesshines, aplico dicho método y las dos terceras partes de los principiantes, incluso aquellos que ya han practicado encuentran que es genial. Sin embargo no tiene nada de particular, es solo step by step, una cosa después de la otra para llegar a ello.

Tercer punto importante es el conocido movimiento de balanceo de derecha a izquierda. Cuando se bascula el busto de derecha a izquierda, antes de hacer gassho, se ponen los pulgares dentro de las manos, se apoya la parte posterior de la mano sobre los muslos, y lo que es importante es conservar el contacto de las rodillas con el suelo y colocarse bien en la lateralidad, no pivotar hacia adelante. ¿Qué sucede con dicha acción? Se siente el estiramiento de la cabeza del ilíaco. Es muy importante porque ahí está el meridiano de la vesícula biliar que pasa al interior de la cabeza del ilíaco y se vuelve a encontrar el meridiano de la vesícula biliar a nivel de la articulación externa de la rodilla. Se dice “balancearse de izquierda a derecha”. No nos balanceamos de izquierda a derecha, nos balanceamos primero del lado de la pierna que está encima. Por ejemplo, si tengo el pie derecho sobre mi muslo izquierdo entonces me voy a balancear primero del lado derecho. Si en dicha acción levantas la rodilla opuesta al balanceo, quiere decir que ello no tiene el efecto deseado. Balanceaos de siete a ocho veces reduciendo la amplitud hasta inmovilizaros en el eje de la postura y para terminar haced un profundo gassho. No os van a obligar a que esperéis que la campana de antes de zazen suene en el dojo para que os balanceéis e instaléis en la postura, pero es verdad que dichos movimientos corresponden al sonido de la campana del principio de zazen. El sonido de la campana simboliza ese movimiento de balanceo. Y el último golpe de la campana desligado de la serie es el momento de gassho.

Así que el gassho, vamos a volver a ello, es tan importante, pues en gassho vamos a encontrar ese movimiento de basculación. Los gestos en zazen son siempre importantes con respecto al cuerpo, siempre, siempre.

-El balanceo hacia los lados, ¿para qué sirve en principio?
-Sirve para la apertura lateral de tu cuerpo. Va a permitir flexibilizar los tendones, que están en relación con todo lo que es el sacro-ilíaco, va a permitirte encontrar la verticalidad lateral de tu postura y cuando haces gassho hacia adelante, es decir el movimiento de báscula de la pelvis, va a permitirte sentir bien la verticalidad facial. Por ello es importante de trabajar esas fascias (envoltura de tejido conjuntivo habitualmente alrededor de un músculo), sobre los tendones, sobre las articulaciones. Si la pelvis está libre, todas las tensiones que tenéis habitualmente se reabsorben, poco a poco, naturalmente.

Observando el hokai jo in (el mudra de las manos), si tomamos sólo la parte superior del cuerp, lo importante en esta postura de las manos, es que no carguéis con las manos, tenéis que arreglaros como podáis para no cargar con vuestras manos pues automáticamente eso va a acarrear tensiones en vuestros brazos, vuestros hombros. Apoyad la articulación de las muñecas sobre la base de los muslos a nivel de la ingle. Cuando se es monje, se tiene la posibilidad de utilizar las mangas, dicho esto, se puede coger una frazada, o una bufanda o calcetines que se apelotonan del lado del pie que no está por encima. Si no se hace eso, se corre el riego de generar tensiones en el cuerpo. Tomamos una postura retorcida, que va a generar con el tiempo tensiones inútiles de un lado u otro de la columna. Deshimaru decía que la postura de zazen es el barómetro de la salud. Porque traemos el cuerpo a una verticalidad lo más justa posible, lo más derecha posible (es un ideal, por supuesto). Lo que va a hacer que aparezcan fenómenos ligados a nuestra asimetría. Ya a nivel del crecimiento, cuando un niño crece lo hace por etapas primero de un lado y después del otro, etc. Y cuando se es adulto, hay a veces un desajuste, tendremos por ejemplo una pierna más larga que la otra. A veces 3-4 milímetros, a veces son centímetros.

Así que imaginaos la diferencia de algunos centímetros a nivel de la postura de base lo que va a traer como tensión a nivel de la columna y como problema energético y por lo tanto orgánico ulteriormente; es evidente. A veces la gente dice: “Desde que practico zazen estoy peor”. Es cierto porque el hecho de traer el cuerpo a la verticalidad pone en evidencia todas las cosas, los fenómenos a los que se adaptaron durante toda la vida. Eso cuestiona todo. Así que hay que ajustar y dar tiempo al cuerpo para encontrar la nueva verticalidad. Entonces no es zazen la causa sino que la cuestión es de volver a nuestra condición normal. No es el zazen en sí, zazen es sólo una postura; se está sentado, nada más. Por supuesto el impacto a nivel orgánico y energético va a tener un efecto que sobre todo de orden psicológico, es evidente, se trabaja sobre todos los meridianos que están en relación con lo emotivo, por ejemplo a nivel del pecho, vamos a encontrar el constrictor del corazón, corazón, riñones, pulmones, la energía del estómago. Y todo esto practicando zazen, se abre, se estira, ¡se vive!

— ¿Qué son los meridianos?
-Los meridianos son caminos, canales de energía que recorren el cuerpo. No sé si habeis oído hablar de esta historia reciente. Un investigador francés inventó una nueva forma de hacer un IRM, hace 10 000 fotos/segundo, sabiendo que una imagen de cine es de 24 imágenes/segundo. Cuando IRMs de este tipo se realizaron sobre los seres vivos, descubrieron frecuencias particulares en el cuerpo que se parecen a caminos, esto 5 000 años después de que los chinos afirmaran que los meridianos existen. Los meridianos son caminos que corresponden generalmente al sistema nervioso, por lo tanto a todo lo que es circulación sanguínea. La sangre es el yin, la energía es el yang. El yin alimenta el yang y el yang protege el yin. Así que esos dos aspectos son inseparables, si uno está perturbado el otro lo estará también.

Volvamos a la postura. Dicha apertura de las manos, ¿por qué es importante? Pues porque favorece la apertura del meridiano de los pulmones y los pulmones es la respiración. El meridiano del pulmón llega a nivel de los pulgares, los juntamos. Instalamos bien las manos, el borde de las manos contra el vientre. Se abren las manos para estirar el meridiano del pulmón. Cuando se abren las manos así (palmas hacia arriba), se activa entre otros el meridiano del pulmón. Así que en la postura estamos en relación con la respiración, por el órgano en sí mismo y por su meridiano.

Es interesante, nos damos cuenta que todo lo que pasa en la postura está en relación con la vida, está en relación con la energía. Debemos saber, en plan historia, que el taoísmo influenció mucho al budismo y recíprocamente. No olvidemos que el zen nos viene de China donde se llamaba chan y éste fue influenciado fuertemente por el taoísmo, que era, junto con el confucionismo, la filosofía más seguida. Todo eso yo no lo sabía al principio, lo aprendí con el tiempo, practicando. Es importante saber que todo eso tiene un sentido. No es sólo sentarse. Por supuesto es sólo sentarse pero tiene un sentido sentarse de esa forma.

Los hombros caen, no voy a empujar los hombros hacia abajo, voy a utilizar simplemente el peso de mis brazos para dejar caer los hombros. Si vuelvo a la basculación de la pelvis, si relajo mis hombros, eso va hacer aumentar el arqueo de la espalda. Porque en realidad se dice “arquear la espalda a partir de la quinta lumbar” o más bien, “eregir la columna vertebral a partir del arqueo de la espalda que se encuentra a nivel de la quinta vértebra”. La quinta vértebra se encuentra después de la parte fija del sacro. La columna vertebral termina en el sacro. Esas vértebras están soldadas. Y la primera que se balancea de adelante hacia atrás, y un poco a los lados, es la quinta. Es lo mismo que la primera de arriba, que está justo bajo el occipital, que es la primera articulación de la nuca y que lamentablemente no se mueve mucho, no se mueve mucho porque estamos demasiado en la cabeza. Si se abren los hombros, la sensación de arqueo sube más en la espalda.
Otro aspecto para algunos es no sentir la tensión a nivel de las clavículas. Si el espacio está muy tenso a nivel de las clavículas, no se llega a abrir el espacio entre los hombros, hay que trabajar eso. Poned los dedos sobre el extremo de la clavícula en una parte y en otra del esternón y haced movimientos de rotación. Hacer eso ayuda a distender la zona y así se va a trabajar toda la zona articular de los hombros. Dicho trabajo sobre las clavículas va a tener también una acción detrás de los omóplatos. ¿Qué sucede detrás, a nivel de la espalda? Los para-vertebrales, los músculos de una y otra parte de la columna vertebral principalmente los de arriba, están en profunda relación con el sistema nervioso, principalmente todo lo que es fatiga nerviosa (neurastenia). Cuanto más cansada se siente la gente, más cargan la espalda.
Volvemos a la historia de liberar la parte de arriba. El meridiano del pulmón circula entre la primera y la segunda costilla y el punto de partida del pulmón está alli en acupuntura. Para nosotros en shiatsu el punto de partida está algo más abajo (en medio de la cresta costal). Porque pulmón e intestino grueso están en relación, pues los dos son órganos que transforman los elementos. Los pulmones transforman el aire que respiramos y el intestino grueso transforma la comida que comemos.

El músculo que está a lo largo de la tibia está generalmente muy tenso, vais a sentaros con las piernas cruzadas sobre vuestro zafu y comprimirlo contra vuestro talón. Instalad vuestro talón bajo la zona del músculo (la parte interna del talón). Poned el peso del cuerpo sobre vuestras dos manos, por lo tanto sobre la rodilla, que va a comprimirse sobre el talón. Y respirad al mismo tiempo. Es fundamental la respiración en el zen, es fundamental en la energía, en la vida. Dejad de respirar, vais a ver si es o no fundamental. Apretad y relajad, desplazad el pie, etc. De los dos lados por supuesto. Si hacéis eso antes de cada zazen, por ejemplo el segundo día de sesshin, cuando comienza a tirar, va a facilitaros la práctica. Los dolores no recomenzarán tan pronto. Es interesante hacerlo, yo lo hago regularmente y verdaderamente me ayuda. Hay numerosos ejercicios que se pueden hacer para facilitar la postura: cuanto más fácil es, mejor es. Los hombros los vamos a llevar lo más posible hacia atrás, sin que sea un acto voluntario.

En realidad es como si estuviéramos apuntalados completamente entre el sacro y la parte de atrás del cráneo. Todo está en una sola línea. Tratamos de conservar dicha apertura de las clavículas, al principio ciertamente con la voluntad… Es como la respiración: al principio se respira por la boca, luego, más tarde, se deja que la respiración de zazen se ubique. Una vez que se toma la postura, soltad todo lo que está tenso inútilmente, conservando siempre el eje. Se siente el vientre que se abre, porque le dejamos sitio para abrirse. Un trabajo va a realizarse a nivel lateral del torso. Allí, energéticamente, se está sobre el meridiano del bazo. El aspecto emocional del bazo es el rumiar, demasiados pensamientos. Y demasiados pensamientos llevan a la imposibilidad de que el cuerpo descanse. Así que el hecho de respirar bien va a trabajar sobre dicho meridiano a nivel de la respiración y por supuesto a nivel de la espalda. Porque en la espalda, a lo largo de la columna vertebral, a la derecha y a la izquierda, tenemos dos meridianos de cada lado que tienen que ver con la vejiga. La vejiga es el maestro del sistema nervioso. ¿Por qué? Porque a lo largo de la columna vertebral tenemos todos los puntos que estan en relación con los órganos. En la visión de los ancestros el meridiano de la vejiga está en relación con todo el sistema nervioso, con todo lo que es eléctrico a nivel de la columna vertebral. Por lo tanto, todo el sistema nervioso está estimulado por el hecho de hacer zazen.
Las últimas investigaciones hechas en Estados Unidos con Matthieu Ricard (por otra parte el Maestro Deshimaru las había hecho ya mucho tiempo antes que él) permitieron poner en evidencia que el hecho de meditar, de tomar la postura, de respirar, permitía conectar una multitud de células a nivel del cerebro. No hace falta estimularlas, sólo sentarse. Por lo tanto respirar, es decir alimentar el cuerpo con la energía, con el estiramiento con relación a la postura, es estimular el sistema nervioso central. Podríamos realcionar zazen con esto, justo encontrar el equilibrio fundamental. Porque lo de dejar pasar los pensamientos, hishiryo, todo eso, es una consecuencia de la práctica, pero no es necesario preocuparse de ello, no hace falta romperse la cabeza para saber qué es hishiryo. Hishiryo no es nada. Viene solo.

Esta mañana he hablado de esa energía adquirida, que viene de nuestro meridiano del estómago y del bazo. La energía adquirida con respecto a la energía innata. La energía innata es nuestra energía de nacimiento. Venimos al mundo, la fusión de la energía del padre y de la madre creó algo que es nuestro origen. Es la energía innata. Venimos al mundo con ella. Venimos al mundo y cuando no hay más…morimos (hablo de muerte natural, no accidental). Al contrario, la naturaleza está bien hecha, y nos ha dado otra energía, la energía adquirida. Dicha energía adquirida, ¿qué es? Es nuestra manera de vivir, nuestra manera de respirar porque ella se llena con nuestra respiración, con nuestra alimentación, con nuestro comportamiento en la vida, por la manera de descansar, etc. Así imaginemos que tenéis este potencial de vida de base y vuestro potencial de vida depende de vosotros.

Cuanto más mantenéis vuestro potencial de vida en en buena calidad, menos vais a sacar de la energía innata; e inversamente, si vivís una vida desenfrenada: abusos en la alimentación, sin descanso suficiente, pasando sueño, demasiado sexo… porque la eyaculación forma parte de lo innato: cuanto más eyacula un hombre, más pierde energía. Para las mujeres es lo mismo con las reglas. Si malgastáis este aspecto de la energía de vida, porque eyacular es una energía de vida, entonces automáticamente, vais a agotar la energía innata. A pesar de comer bien, de descansar, etc, no podrá reconstituirse. Es así. Así que la calidad de vida va a estar en relación con el respeto a los principios de vida, por ejemplo los preceptos, los kai, los mandamientos, y vuestra energía innata.

Cuando se respira no hay que confundir ventilación y respiración. Comúnmente se ventila, es decir que por el hecho de respirar aportamos oxígeno a la sangre por medio de los pulmones. Eso es inspirar, espirar, inspirar, espirar. ¿Qué hacemos cuando profundizamos la espiración? Ocurre un fenómeno paradójico, en el momento en que el diafragma comprime los pulmones al espirar, los pulmones para evacuar el gas carbónico, la parte sutil; la parte esencial del aire que respiramos se lleva bajo el ombligo, al hara, ahí va a nutrir la vida en el plano energético y en dicho centro del hara va a nutrir los meridianos que por su circulación, van a nutrir a su vez el cuerpo-mente de ki, de la vida. Así es que cada vez que se espira correctamente, profundamente, se va a nutrir nuestra energía de vida. Así pues es importante llevar esa energía, esa espiración más profundamente posible al bajo vientre. Y liberar, desbloquear, todo aquello que impide en el cuerpo ese descenso del ki. Por eso no es posible separar postura y respiración.

Cuanto más se distiende el cuerpo, es decir cuanto más se está en la vertical, todo aquello que impide a la espiración ir profundamente al hara, va a liberarse. Si se está tenso va a haber estancamiento de la energía en el lugar donde está la tensión. Si se está tenso en la mente, va a haber estancamiento de la energía en la cabeza. La energía va donde va el pensamiento. Por lo tanto cuanto menos pensáis más libre está la energía. Roland lo dice continuamente: “Cuando inspiro, soy un cuerpo-mente inspirando, cuando espiro, soy un cuerpo-mente espirando”. Soy la inspiración cuando inspiro, soy la espiración cuando espiro.
La mirada es importante, no hay que cerrar los ojos. Naturalmente cuando se cierran los ojos, en el cerebro quiere decir dormir – tarde o temprano. Eso puede durar cinco minutos, una hora, pero forzosamente nos dormimos. ¡Por eso no se hace zazen acostado! Ahora bien, si queréis dormir, ¡dormid! Yo mucho tiempo luché contra el sueño, y en un momento dado, abandoné, cuando me di cuenta que mi cuerpo se enderezaba de golpe para no caerse cuando me quedaba dormido. Dejaos llevar por el sueño. Luego estaréis despiertos. ¿Tenéis otras preguntas?
— Las manos ¿se ponen a nivel del meridiano-vejiga?
-No, se ponen contra el órgano vejiga, pero es también la zona de diagnóstico de la vejiga en shiatsu. La unión de los dos pulgares está bajo el ombligo. Al contrario, el borde de las manos se coloca justo un poco por encima de la sínfisis pubiano (articulación anterior de los huesos del pubis). También hay meditaciones taoístas con las que no hay que confundirse. Incluso si el taoísmo influenció la práctica del budismo, lo que da el zen, no es taoísmo. En el taoísmo hay otras técnicas. No es una técnica, trato simplemente de explicar el por qué de que la postura sea así o asá. Luego hay técnicas de meditación, técnicas de respiración; se las utiliza en todo tipo de sabiduría, de espiritualidad, ya sean los sufistas, los tibetanos.

Hay una multitud de técnicas para facilitar esta fase final que nosotros practicamos, nada más comenzar el zazen. Zazen es la fase final de toda forma de preparación a la meditación. Al contrario, utilizad en vuestras casas, para vosotros, otras técnicas que os permitan ayudaros con vuestra postura. Al principio, cuando yo comencé zazen, era un sacrilegio: “Te das cuenta, practica yoga, ¡el zen es suficiente!” No. Tenemos dificultades, estamos disminuidos, vamos a tratar de todas las maneras posibles de hacerles frente para que cuando decidamos venir al dojo a practicar zazen, estemos disponibles a practicar zazen y no a sufrir todavía mucho tiempo con esto o aquello. Es importante. Como decía el cómico francés, Coluche, con respecto a los polvos de lavar, el zen, no lava más blanco que el blanco. Cada uno debe encontrar algo que va permitirle lavar todavía más blanco.

Zazen es parecido. Es fácil y es difícil. Es difícil respecto a las dificultades del cuerpo pero en lo absoluto es fácil, es sólo sentarse, no es complicado. Y el resto se hace solo. Pero si tenéis problemas de orden físico, articular, hay que tratar de encontrar una solución para disminuirlos.

— A veces las manos se deslizan sobre los muslos y hay que levantarlas…
-A veces estamos sentados muy altos. Si el zafu no es suficientemente alto nos vamos a obligar a bascular voluntariamente la pelvis y vamos a sentir cansancio, dolor. Al contrario si estamos muy altos, vamos a estar reteniendo la postura, vamos a crispar toda la parte baja del abdomen, no vamos a poder respirar correctamente, las manos tienen tendencia a resbalar hacia delante. Entonces vamos a tratar de encontrar la posibilidad de ajustar nuestras manos. Al principio, es difícil porque no llegamos bien a cruzar las piernas pero en lo absoluto, imaginemos que podéis hacer el loto (lo que no es absolutamente necesario), teneis vuestras manos que descansan sobre los talones. Estando en medio loto, compensamos el desfase del pie con la manga o una bufanda, para no estar en una postura asimétrica que nos va a llevar tarde o temprano e inevitablemente dolores.

_ Tengo siempre la mano derecha que no descansa sobre nada, casi acabo con una tendinitis en la sesshin.
-Sobre todo no hay que dejarla así. Es como aquellos que no llegan a hacer bajar la rodilla y que la mantienen en el aire. Si no llegáis a hacer descender la rodilla, poned algo debajo, siempre algo menos que lo que sea necesario, para que el tendón pueda, con el tiempo, flexibilizarse. Pero no mantengáis la pierna colgando, sin ajustar. Le vais a oponer el cuerpo, lo que es terrible a nivel de la espalda, así es que dicha pierna, incluso sin descender, está ajustada. No tengáis la pierna en el aire, no tengáis la muñeca en el aire. Hay que encontrar los medios útiles que nos permitan estar en una práctica tranquila.

— ¿Hay que cambiar de pierna en la segunda parte de zazen?
-Siempre. El cuerpo infuencia la mente, la mente influencia el cuerpo. Hacer zazen del mismo lado va a crear tensiones. Todos tenemos un lado rector que vamos a privilegiar en nuestras actividades cotidianas. Cuando yo trabajaba en la construcción, cuando debía cargar cosas, lo hacía una vez con la derecha, otra vez con la izquierda. Y cuando practicaba karate lo mismo, cuando hacíamos katas por ejemplo, las hacíamos de un lado y del otro, luego del mismo lado al revés y luego hacia atrás, una vez a la derecha, una vez a la izquierda. Eso significa que íbamos en todas las direcciones y eso permite abrirse al espacio, esto quiebra la sistematización en la cabeza. Derecha-izquierda, derecha-izquierda-opuesto, atrás-derecha, atrás-izquierda-atrás opuesto, todo al revés, lo tenemos en todas las direcciones. Es importante trabajar en todas las direcciones en cualquier cosa que hagais, incluso en vuestra vida cotidiana. Cortad un trozo de pan con la mano derecha, tratad de cortar uno con la mano izquierda, vais a ver a qué se parece el trozo de pan… En la mínima actividad de vuestra vida cotidiana, trabajad siempre el antagonismo.

Y el antagonismo de la postura de zazen, es lo que se llama en yoga “la cabeza de vaca” o “la cabeza de toro”: Poned la pierna, la otra la vais a colocar encima y vais a tratar de sentaros entre los talones. Eso va a abrir automáticamente la articulación del trócanter (tuberosidad de la cabeza del fémur). Los dos isquiones en el suelo, las rodillas lo más cerca posible una de la otra, los pies separados de manera a que las nalgas estén entre los talones. Lo hacéis de un lado y luego del otro.

Hacedlo en la sesshin. Forma parte del do in, no confundir eso con el aerobic, se trata simplemente de ponerse en posición de trabajar a nivel energético. Se respira, se inspira y se espira, no por la boca, para que el trabajo energético se haga hay que respirar por la naríz, si no es ventilación. Recordad bien: Inspiro: cojo energía. Espiro: difundo energía. Inspiro: cojo ki. Expiro: Difundo ki. Y cuando movéis una articulación en relación a otra, se crea automáticamente un flujo de sangre y el ki utiliza la sangre para circular y el ki ayuda a la circulación de la sangre. Es inseparable. Haced ese tipo de cosas regularmente cuando estais en sesshin. Cuando se hace zazen, es un movimiento de apertura mientras que ahora nos entrenamos en un movimiento de cierre. Esto va a abrir la articulación sacro-ilíaca, la articulación sacro-femoral de vuestras caderas y ello va poco a poco permitir una mayor disponibilidad para la práctica de la postura.

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